miércoles, 28 de noviembre de 2012

Darse cuenta

Siempre recordaré aquellos ojos mirándome fijamente.
Era un día soleado como cualquiera que tu hayas vivido. Como siempre fui a la universidad. Pero aquel dia también cogí el transporte público para ir a comprar el regalo de cumpleaños de un amigo.
Recorrí un par de pequeños centros comerciales y ante la negativa de encontrar algo decidí, que al tener tiempo, iría a algunas de las tiendas del centro de Barcelona.
Así lo hice, cogí el primer autobús que pude y en 20 minutos estaba en Passeig de Gràcia con Travessera de les Corts. Empecé a descender y al atravesar la calle Fontanella con Portal de l'Àngel. Entonces lo vi. Allí estaba, fumando. Entonces se me ocurrió aquello que llevaba tanto tiempo pensando. Momento ideal, pensé.
Bajé Portal de l'Àngel y llegué a la tienda que quería; entré, miré, pregunté y otra vez nada que me convenciera lo suficiente para mi colega. Salí y seguí pensando en hacer aquello. Rondaban las 14 horas y el hambre se empezaba a apoderar de mi interior.
Subí para ir hacia el restaurante donde suelo comer, mientras seguía pensando en hacerlo.
Cuando llegué a la misma esquina donde lo había visto aún permanecía allí, sentado, impávido ante lo que pasaba, solo que esta vez no fumaba.
Pensé en hacerlo, pero no, volví a pensar y lo tuve claro. No me lo pensé dos veces y cogí la primera calle a la derecha y anduve hacia abajo hasta que encontré una panadería. Compré un bocadillo con 5 euros y el dinero sobrante, juntamente con éste, los conservé en la mano hasta que estuve a punto de llegar a la esquina. Un pequeño hormigueo recorrió mi cuerpo, me acerqué al hombre y le dije: tenga, entonces deposité el cambio de la compra en el pequeño cuenco que permanecía frente a sus pies.
El hombre me miró a los ojos cogiendo el bocadillo, sin pronunciar palabra, y lo alzó hacía el aire; símbolo de darme las gracias, que Dios se lo pague. Le sonreí y mientras me alejaba vi como el hombre se apresuraba en desenvolver el bocadillo. Derrochaba felicidad, y con que poco.

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