domingo, 31 de julio de 2011

Es que nos hemos vuelto locos?


He acabado de ver una película y las palabras más necias sobre el ser humano abundan en mi mente. Genocidios, muertes innecesarias, dictaduras sin sentido y que únicamente hacen más daño al pueblo, guerrillas y gobiernos sin escrúpulos... Si ahora os dijera que pensarais en un continente en la actualidad, ¿Cuál diríais? ¿África quizás? Ya os lo digo yo: sí.
Efectivamente, si pensáis en un continente como África todas las palabras que he citado aparecerán en algún lugar, y no hará falta que sea remoto. Además si nos ponemos a pensar, todo y absolutamente todo ese continente es el estado del paso del hombre, que se supone que es del "Primer Mundo"; ¿El resultado? Guerras, genocidios, atrocidades contra seres humanos "diferentes" y todo por culpa del "Primer Mundo" que yo no le pondría ese nombre, ya que de primer mundo sólo tenemos las nuevas tecnologías y cosas más banales que reinan en él. En cambio de los "pobres africanos" todo el mundo se compadece de ellos cuando ve las noticias, Libia sin ir más lejos, o Utus y Tutsis, o La Guerra de Somalia... ¿Es que nunca se va a remediar lo que se hizo en su momento, durante la supuesta colonización y que luego se vino patas arriba? Pero es que seria tan sencillo si la gente confiara más en las oenegés... Pero claro siempre hay el típico que te dice: no, yo no dono, porque a saber donde va mi dinero... No, si es que en estas oenegés todo está corrompido... ¿Oye, es que a caso lo has probado? Si no te va bien donar, pues haz un voluntariado, o implícate en algún proyecto que veas y sientas en tus propias manos, que puedas ver los resultados. África, el país me da igual, pero creo que tienen mucho que compartir con nosotros, cosas que nos podrían enseñar, cosas que no sabemos, cosas que no pueden compartir porque no tienen Internet y que si pueden llamar han de ahorrar durante mucho tiempo. Y claro, si se hace algo, que sea en forma de de dinero: se destinarán X millones de Euros para que Somalia supere la hambruna que cada día mata a miles de niños en el país Africano.
Creo que se debería acabar ya con el racismo, que no hubiera discriminación sin motivo alguno sobre cualquier individuo, eliminar los prejuicios y juzgar "correctamente" sobre la moral de cada uno, aunque por lo visto, ésta no abunda mucho. También se tendría que proponer un plan especial para turistas, que supongo que al ir muchos lo piensan: cada turista que vaya que se ponga en contacto con alguna ONG y que haga una donación de manera material y personal a algún poblado necesitado de al país que se dirija y si quiere además que ayude.
Seguramente mucha más gente de la que creen lo haría. Pero aún así lo veo complicado.
Pero claro cuando se piensa un destino para ir de vacaciones se dice que África es un continente peligroso, y lo és! Pero hemos de ser nosotros junto con la población nativa, no los gobiernos, quienes lo cambiemos. Nadie irá a Burkina Faso, a Sierra Leona, a Somalia de turista, pero si quiere puede ir con una ONG que son las únicas que pueden ayudarte a ayudar. Quizás se necesiten muchos años y yo no lo vea, porque el ser humano llega a ser muy individualista por el simple hecho de tener que sobrevivir. Y si dejamos de pensar tanto en nosotros y hacemos una pequeña donación, por muy pequeña que sea al -llamado erróneamente así- ¿¿¿Tercer Mundo??? ¿Es que la globalización va a dejar de lado a ese hermoso continente? Es que si se piensa, si cada persona que tuviera un pequeño colchón al mes donara un simple euro al mes, que encima es de un valor incalculable para las monedas de muchos de los paises Africanos, seria como se dice en Catalunya: "Bufar i fer ampolles", vaya muy fácil. Pero claro nos paran por la calle unos señores que van con un chalequito, nos piden que ayudemos y no les hacemos caso, porque muchas, y yo creo que demasiadas veces, tenemos prisa. Aunque sea verdad, no piense en la persona que le para, piense en lo que puede hacer para las personas que hay detrás del que le para. Que tu, te podrías convertir en uno como él, un voluntario que ayuda a personas que no tienen una vida digna, que la vida es un suplicio para ellos.
Pero vamos a lo fácil: encendemos el televisor, nos lamentamos, nos decimos que como puede ser que pase esto en el mundo cuando está tan desarrollado, que como es posible que se comporten así... Y más y más lamentaciones que no llevan a nada.
Muchos o quizás no tantos me diréis: oh, pero es que aquí también hay muchos pobres. Y claro que los hay, ayudemosles también. No estoy diciendo que África sea el único lugar que se tenga que ayudar, pero creo que no me equivoco al decir que es el que más lo necesita.
Al final lo que cuenta es la actitud de cada uno, el tiempo que se le dedique a los que lo necesitan, más que el propio ego y la gran satisfacción -y lo he visto y sentido- que supondrá ayudarles.
Yo, dono X al mes a una ONG y creo que lo hago bien, me informan sobre lo que hacen con mi dinero mes a mes. Me llamaron para aumentar mi cuota y les dije que me dijeran para que serviría. Me lo explicaron y estuve de acuerdo, la aumenté. Ahora el siguiente paso y que seguro que cumpliré y espero que en un período de tiempo no muy lejano es viajar al continente Africano a regalar un poco de mi tiempo haciendo lo que sea, por tal de hacer el bien a personas que no te lo podrán devolver con su tiempo, pero sí te devolverán una sonrisa. No he estado nunca en África pero siento que me gusta y por eso quiero ayudarle. A muchos de vosotros a lo mejor os gusta vuestro barrio, pues adelante pelead por él por eliminar lo que no os guste, ayudad en centros de acogida, dondequiera que sea.
Al final solo queda una palabra: ayudar y sobretodo, disfrutar ayudando.

lunes, 18 de julio de 2011

De millones de combinaciones


La postura no me favorece para escribir, así que me reincorporo, busco la comodidad de mis brazos y que mis manos se puedan posar para escribir de manera ágil.
Siempre después me pregunto: Por qué nunca sabremos el momento en que nos inspiramos? Yo, al menos nunca lo sé. Tanto se me puede ocurrir hablando con unos amigos, en el coche mientras conduzco, tanto da. El hecho es que siempre que me inspiro las manos fluyen como nunca, como si fuera un títere con cuerda, cuerda que da mi mente; una mente que procesa también más rápido de lo normal. Una mente que está dispuesta a escribir y sorprenderme. Porque yo, también me sorprendo cuando escribo. No se porque estoy escribiendo ahora mismo, pero la inspiración ha venido. La inspiración que viene de un lugar recóndito, que parece que venga de otro mundo, del mundo donde las palabras son el todo y que no hay espacio para más. Pues la inspiración es otro estado, un estado similar al trance, dónde uno no controla lo que hace; su cuerpo va por libre. Los artistas decían que eran las musas, diferentes según el arte que practicaras, que te daban esos momentos de inspiración en que les abres las puertas de tu mente para que se sientan libres y ayudarte a desinhibirte. No he creído nunca que uno pueda crear el momento en que aparece la inspiración, es más creo que primero has de tener ese don de practicar bien un arte para que luego aparezca la inspiración. De manera que hay un proceso sucesivo, en que un día sin venir a cuento de nada te pones a practicar lo que sea y ves que te gusta, no sabes porque lo haces pero te gusta. Entonces a medida que aparece más la inspiración en lugares inesperados hacen que el momento sea mágico, todo hace que sea una grata sorpresa de esas hijas de Zeus. La inspiración debe ser como un puzzle que está en tu mente, en constante movimiento, de millones de combinaciones pero piezas muy muy pequeñas. De repente todo el puzzle encaja, no hay más. El momento ha llegado y es entonces cuando te das cuenta, empieza el estado de trance y de tus dedos van saliendo las piezas del puzzle, hasta que descompones el puzzle por completo y acabas el trabajo. Acaba de salir mi última pieza del puzzle.

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