jueves, 23 de septiembre de 2010

Nocturna in C sharp minor


Siempre he querido escribir sobre lo que la música es para mi, pero nunca, de verdad nunca, he sabido hasta que punto la música va a ser importante para mí. Mi límite sobre descubrir investigar y sobretodo escucharla no se donde está, ni tan solo si existe. La música que escuchamos es el reflejo de cada cosa que sentimos en un momento determinado, queremos converger con la música; estar alegres cuando hay un subidón de ella y escuchar música triste que nos acompañe en nuestros peores momentos. La música nos tendría que acompañar siempre, por eso tengo claro que mi futura casa tendrá altavoces por todas partes. Lo que nunca entenderé es porque la música es tan significante, una simple melodia te transforma, te hace sentir mejor o peor y te gusta o no te gusta. El secreto, creo, está en que la música es tu emoción musicalizada, algo así como el espejo de tu emoción, por eso me gustaría escuchar música todo el dia para poder saber de manera más detallada como me siento en ese mismo momento. Cuando pongo música no pienso en que artista, album o playlist voy a poner, pienso en como me quiero sentir y invierto el proceso emocional, de manera que puedo decidir a través de la música como quiero sentirme en ese momento. Y podréis pensar en que es muy frio, pero os recomiendo que lo probéis. Además no hay mejor emoción que se te ponga el vello de punta al oír una bonita melodía mientras te llenas por dentro de emoción. Pues bien, creo que ya he escrito todo lo que quería, para mi no hay nada más grande que la música; bueno quizás la literatura, la pintura, la arquitectura... No, si al final resultará que todo arte es fruto de las emociones interiores de cada creativo que se encuentra detrás de su obra.
Sonando: Nocturna in C sharp minor. (Chopin)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores