miércoles, 24 de agosto de 2011

Disfrutar, sin más.

Lo oyes? Es tu corazón. El desierto te rodea, la oscuridad te abruma y se abalanza sobre ti sin que tu no puedas hacer nada. El sol se esconde con temeridad mientras la luna se asoma poco a poco. Sólo te queda escuchar el latido de tu interior, entonces te conocerás a ti mismo. No hará falta nada más, únicamente escucharás a tu corazón, tu mente se pondrá en blanco y entrarás en un profundo sueño , pero siempre estarás despierto.

Eso es tu vida, una mente en blanco que rellenas poco a poco. Tu otro ego se encuentra en otro lugar, remoto o cercano, pero siempre a tu lado. Tu mente será cada vez más fuerte, se desarrollará con pequeños pasos, que a menudo se convertirán en grandes. Tu corazón se hará más grande, te llenará de vitalidad, la sangre que bombea será proporcional a tu felicidad. Vive con fuerza, demuestra que para ti vale la pena. Demuestra tus capacidades, créete capaz en cada intento que realices, no subestimes nunca el poder de tu mente. Haz que tus sentimientos valga la pena sentirlos, que ningún tornado, tormenta o terremoto los resquebraje, que el amor por las personas que te rodean sea tan supremo como para que siempre estén a tu lado por mucha distancia que haya. Que tu fuerza de voluntad sea equiparable a cualquier estado de superioridad, tu otro ego siempre te resguardará en los peores momentos. El conocimiento será tu arma más poderosa, no habrá nadie que frene tus palabras, pero nunca alces la voz ni ataques cuando no toque. Que tu timidez te haga cada vez menos tímido, no habrá amistad que no puedas abarcar. Abre puertas sin temer lo que haya detrás. Tus sentimientos, a veces, se contradecirán, entonces deja de lado la sombra, el obstáculo y mira hacia la luz. Esta iluminará el camino correcto. Síguelo y no pares, contra el viento, la bravura del mar, cualquier percance lo sobrepasarás; cree en ti mismo. Siempre podrás ser más fuerte de lo que crees. Nunca dejes que hieran tus sentimientos. Que tu dignidad permanezca intacta hasta que mueras, que nada, ningún acto la vulnere. Guarda tu sensibilidad para los momentos de ternura y amor. Ataca cuando pongan en peligro cualquier ser a tu alcance; aunque no lo ames te harás más fuerte. Errarás y te harás más preciso, sabrás el instante en el que realizar cada acto. Tu otro ego, tu inconsciente y tu intuición harán que no hierres cuando las decisiones se precipiten sobre ti. La mayor parte no la decidirás tu, pero la harás tú. El resto lo harán tus amigos. La plenitud de la vida, el estado en que no habrá nada que te deje insatisfecho, que todo lo que desees y te abalances sobre ello con decisión lo obtendrás. Únicamente te quedará sobrevivir a lo que no puedas controlar. Así que vive como si nada te importara pero importándote todo y más de lo que amas. Entonces en cada ínfimo instante te darás cuenta; el disfrute se apoderará de ti y sólo te quedará vivir, siendo libre, libre hasta el fin de tus días. Las ganas de vivir serán máximas.

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